miércoles, 16 de septiembre de 2009

***Por qué Argentina (obra en construcción)

La escena
Vieja estación de ferrocarril en desuso de las que quedan en el interior de la Argentina, mudos testigos de una transitoria y relativamente cercana época de despojos. Como puede verse en un cartel destartalado el nombre es LA ESPERANZA que tiene medio caídas el segmento de las tres últimas letras. No importa de qué provincia es pues, vale aclararlo, hay diseminadas por todo el territorio argentino bastante más de una decena de estaciones, pueblos, barrios e incluso en el extremo sur una unidad antártica con el mismo nombre, como para confirmar aquella vieja sentencia popular de que la esperanza es lo último que se pierde. En realidad el desuso de la estación se refiere nada más que a lo ferroviario ya el tren por allí no pasa más desde hace varios años pero la estación sigue activa, modestamente arreglada y utilizada como punto de encuentro de los lugareños del pueblo que, afectados laboralmente por la interrupción del servicio y las consecuencias del mal manejo en un país con pretensiones de moderno y vocación de retroceso, no cejan en la espera de que algún día de estos el tren vuelva a pasar.
Quedan pocas cosas en la estación: a ambos extremos de la escena dos bancos de madera con respaldo y entre ellos la oficina del jefe de estación a la que los vecinos le dieron el uso emergente de biblioteca y lugar más reparado para cuando llega el frío del invierno, que no es el de este momento; hay también un par de plantas que dejan ver el cuidado que se les prodiga. A foro una pantalla blanca muestra la imagen proyectada de la llanura, el paisaje típico de la extensión pampeana. En dicha pantalla se verán en su momento las imágenes ampliadas de la notebook, Ramona, personaje presente en la historia, que está en escena y que en cuyo monitor se irán viendo los hechos que se comentarán en la acción.

Los personajes
En uno de los bancos, sentado con los pies apoyados en el mismo asiento, Tobías (60), bonaerense, ex empleado de comercio; perdió el trabajo, como muchos de sus vecinos, al dejar de funcionar el tren, sin embargo el sistema lo doblegó por lo que revela un conformismo casi inclaudicable; tiene una revista abierta y doblada y un lápiz con los que está jugando a las palabras cruzadas; piensa en su juego, por momentos muestra un leve gesto de satisfacción al dar con la palabra y la escribe. En el otro banco, sentado y leyendo un libro y tomando mate con un termo que a veces convida sin dejar por ello de leer, Lautaro (50), sureño, ex ferroviario, culto y autodidacta, permanente cuestionador, no quiere entregarse así nomás. Junto a la ventana de la oficina, Juan (35), oriundo del centro del país, historiador y docente, escribiendo en su notebook abierta sobre una mesa puesta del lado de afuera de la oficina y que tiene encima algunos papeles, libros apilados y el reproductor de compactos; escribe un trabajo de su disciplina. Regando las plantas con una pava y arreglando sus hojas, don Quispe (70), ex trabajador rural, proviene de La Quiaca, asentado hace años en este pueblo, paciente y sabio.
Los movimientos de los personajes son lentos, dueños de su tiempo, aplacados. El reproductor de compactos emite una variada música argentina en apacibles solos de guitarra alternándose con algunos temas también de solos de bandoneón.



La acción

Tobías: (después de una pausa - levantando la mirada de la revista y mirando al resto) Necesito ayuda, muchachos…

Lautaro: (pausa, luego condescendiente) Dale Tobías… ¿Qué es?…

Tobías: (lee) País americano cuyo nombre proviene de una voz latina; equivale al material con que antiguamente se acuñaban algunas monedas…

Lautaro: ¿Cuántas letras?

Tobías: (cuenta las casillas) Nueve… Termina con A…

Lautaro: (piensa un poco y a los pocos segundos, lo mira a Juan y se sonríe)…

Juan: (interrumpe su trabajo, levanta la mirada y también se pone a sonreir) Si es víbora te muerde, Tobías… Mirá que lo tenés cerquita, eh…

Lautaro: Y si te parás… le pisás la panza…

Tobías: ¿Lo piso? (se inclina y apoya los pies en el piso - piensa- mira sus pies) Claro… (cuenta con los dedos)¡Pero, si seré sonzo! … ¡Claro!… Argentina… (lo escribe y vuelve al juego)

(Se sonríen – y vuelven cada uno vuelve a lo suyo, menos Lautaro que apoya el libro abierto en su regazo y se pone a pensar)

Lautaro: (después de una pausa prolongada, como preguntándose a sí mismo en voz alta. Con la mirada perdida hacia el infinito) ¿Por qué Argentina?

Juan: (sin dejar de trabajar. Después de un momento, mecánicamente, sin mirarlo) ¿Qué decís Lautaro?

Lautaro: (afirmándose en la duda-en el mismo tono) Digo que ¿por qué Argentina?

Juan: Un tanto molesto por la nueva interrupción) ¿Qué te pasa? No entiendo ¿qué es lo que querés decir?

Lautaro: (Ahora recién mirando al resto) Que me pregunto… y les pregunto. ¿Por qué nos llamamos Argentina? (Juan un tanto desorientado intenta volver a trabajar pero queda como a dos aguas)

Tobías: (también algo molesto por la interrupción y por no entender) ¿Cómo por qué, Lautaro? (tratando de dar un corte al asunto) Porque nos llamamos así. Cada país tiene un nombre… Uruguay, Brasil… todos. El nuestro se llama de esa manera.

Lautaro: (Persistente-paciente) Si, está bien, pero ¿por qué ese? ¿De dónde salió? ¿Quién se lo puso?

Tobías: ¿Qué se yo, ahora? (como para que no interrumpa más) ¿No te lo enseñaron en la escuela?

Lautaro: La verdad… que yo no me acuerdo que me lo hayan enseñado… ¿Vos si? (A Juan) ¿Vos lo viste en la facultad, Juan?

Juan: ¿Yo? (como tocado) A ver… (entrando en tema – baja un poco la música) ¿Porqué el nombre…? (pausa-piensa-se pone de pie) No… Me parece que… No, nunca lo vi…

Lautaro: (con una sonrisa incrédula) Je... No te puedo creer… ¿En la carrera de historia Argentina nunca lo vieron?

Juan: No… Te lo estoy diciendo… (como defendiéndose- dándose cuenta de lo inexplicable del hecho) No, nunca lo vimos… (tratando de reconstruir la situación) El nombre de Argentina fue, como decir… apareciendo de a poco… Con Rosas… con la Confederación… Quizás con Rivadavia, un poco antes… Pero con precisión ¿el momento justo…?

Lautaro: ¿Y nunca sentiste ganas de saberlo?

Juan: No… Creo que… (con lógica deductiva) Es que si las hubiese tenido, si hubiese sentido la inquietud… creo que lo habría averiguado o por lo menos habría intentado encontrar la respuesta... (como valorizando la magnitud de la duda- preguntándose) ¿Quién nos puso el nombre? ¿Cuándo fue?

Lautaro: (larga pausa) ¿Y… tendremos alguna forma de averiguarlo?

Juan: Quiero creer que sí… (Vuelve a la mesa - mira, busca, consulta libros, duda)

Tobías: ¿Y para qué lo querés saber, Lautaro? ¿De qué te sirve?

Lautaro: De nada, qué se yo… Me parece interesante saber por qué nos llamamos como nos llamamos… Es un paso para intentar saber quiénes somos… Me parece, ¿no?… (un silencio- a Juan) Juan, en los textos de historia, ¿algún autor… no trató el tema?…

Juan: Que yo recuerde ahora, no… Veámoslo… (reflexiona, asocia) De algún modo, cuando nació nuestro país, en 1810, el Primer Gobierno Patrio se llamaba de las Provincias Unidas…

Lautaro: …si, del Río de la Plata… por que veníamos del Virreinato… (pausa) Y ¿sabés? Eso también alguna vez me anduvo comiendo el coco… ¿había plata en el río?

Juan: Nooo… ¡Qué va´ber!… Barro es lo que hubo siempre… Por eso Lugones en su poema “A Buenos Aires”… ¿cómo era que decía? (memorizando, como a los tirones) Primogénita ilustre del Plata… En solar apertura hacia el Este... Donde atado a tu cinta celeste, va el gran río color de león… ¡Mirá que hay que tener imaginación, eh! ¿De dónde habrá sacado eso del león?… Claro que… ponerle color tierra era menos poético…

Lautaro: ¿No ven?... Ahí tenemos otro misterio… Lo “de la Plata” en el nombre del río ¿de dónde salió?...

Juan: Mirá. Cuando al río lo descubrió Solís, en 1516, le puso Mar Dulce porque creyó que era un mar…

Lautaro: (sonriendo - acentuando la obviedad)…de agua dulce.

Juan: Claro… Y unos años después Sebastiano Caboto, que además de marino y explorador era cartógrafo, dibujó un mapa de la zona y al río le puso “de la Plata”… (asociando) Todo indica que haya sido porque un buen día andaban por ahí y se toparon con algunos indios que tenían adornos de plata y como eso era lo que andaban buscando… la plata, digo… Que al fin la encontraron con creces en Potosí…

Tobías: (que hasta ahora había alternado entre su juego y la conversación) ¿…pero Potosí está en Bolivia?

Juan: Es que todo esto antes pertenecía al mismo Virreinato… ¿Ven?… Mire Don Quispe… (le muestra la compu a Don Quispe que se fue acercando, mostrando cierto interés cuando oyó hablar de Bolivia – aparece en la compu el mapa del Virreinato que se proyecta en pantalla-mientras comenta va señalando con el ratón) ¿Ve?... Buenos Aires, Paraguay, Tucumán, Santa Cruz de la Sierra, Cuyo … Lo que hoy es Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia, partes de Perú y Brasil… de Chile...

Don Quispe: ¿Pero Bolivia…?

Juan: …Bolivia se independizó recién en 1825 por Bolivar que fue su primer Presidente… de ahí le viene el nombre… Y en Potosí está el Cerro Sumaq Urku (se proyecta imagen del cerro)…

Don Quispe: …que en quechua quiere decir Cerro Rico.

Juan: ¡Justamente! Porque es una fabulosa montaña de plata. La mina de plata más grande del mundo… que los conquistadores fueron vaciando para llevarse en lingotes a España. Y desde la creación del Virreinato en 1776, ese enorme cargamento de plata se empezó a embarcar por el puerto de Buenos Aires…

Lautaro: (pausa) Va despejando el panorama ¿no?… No es que el río tuviera plata… sino que era por dónde se la llevaban los… conquistadores… Claro… y la Argentina…

Juan: (satisfecho por que van cerrando el círculo)…que viene de argentum, palabra latina que significa plata…

Lautaro: (atando cabos) ¡Qué querés que te diga! Ahora el asunto me interesa más que antes. El nombre de Argentina ¿De cuándo es que viene?

Tobías: ¡Y dále otra vez! ¿A qué te lleva revolver en la historia, me querés decir?

Lautaro: Ya te lo dije, Tobías. A saber quiénes somos… y cómo fuimos hechos... ¿No te parece importante eso?

Tobías: ¿Y no sabés quiénes somos? Somos argentinos… y ¿qué más querés saber?

Lautaro: Bueno… Hay cosas que pueden explicar otras… Por ahora, te digo que me parece sospechoso que no sepamos… así… al toque… nada menos que porqué nos llamamos como nos llamamos… ( se hace otro silencio con algo de tensión que rompe Juan)

Juan: Vamos a consultarla a Ramona… Si ella no lo sabe… (se refiere a la compu- va hacia ella- se sienta, tipea y repite mientras tanto) República Argentina… A ver si hay algún dato toponímico…

Tobías: ¿Qué dijiste? ¿Qué es eso?

Juan: (explica casi mecánicamente, mientras busca) Toponimia… Es la disciplina que estudia el origen y significado de los nombres de un lugar… (lee un poco)

Lautaro: ¿…Y? ¿Dice algo…?

Juan: (pausa) Parece que el nombre se hizo popular a causa de un poema publicado en… (un poco sorprendido-algo enfático) ¡1602!…

Lautaro: ¿1602? ¿Hace más de… cuatrocientos años?

Juan: Si… Apareció por primera vez en el poema histórico “Argentina y conquista del Río de la Plata, con otros acaescimientos de los Reynos del Perú, Tucumán y estado del Brasil” (pantalla aparece el facsímil original de la carátula del poema) ¿A ver? Acá está… (lee en voz alta desde la compu-enfatiza al final, en argentino reino)

Del indio Chiriguana encarnizado
en carne humana, origen canto solo.
Por descubrir el ser tan olvidado
del argentino reino, ¡gran Apolo!...

…y sigue. (revisa el texto) Por lo visto es un poema bastante extenso...

Lautaro: ¿De quién es?

Juan: (lee en Ramona) El autor fue un clérigo y poeta español, el extremeño Martín del Barco Centenera que había llegado a América del Sur en… 1573… (sigue leyendo) … y anduvo dando vueltas por acá durante… 20 años, hasta el 1593… en que se fue a Lisboa…

Lautaro: ¿…y se habrá puesto a escribir el poema? … A contar lo de acá… (presumiendo) con el corazón y la cabeza puestas en Europa, ¿no?

Juan: Y si… Así parece.

Lautaro: ¿Y ahí termina todo…?

Juan: No… (sigue leyendo) Parece que no todavía… Poco después, Ruy Díaz de Guzmán, un conquistador y cronista criollo, mestizo, nacido… por acá cerca … en Asunción del Paraguay, hijo de un español descendiente de Alvar Nuñez Cabeza de Vaca y de una nativa, escribió diez años más tarde los “Anales del descubrimiento, población y conquistas de las provincias del Río de la Plata” que se lo conoce más como “La Argentina manuscrita” y que se publicó en 1612…

Lautaro: ¿Está el texto? (se acerca a Juan para ver la compu)

Juan: A ver… (lo busca y rápido aparece) Si… Acá está…

Lautaro: Ajá... A ver qué dice… (Juan le cede el lugar - lee en voz alta) La Argentina. Libro I - Del descubrimiento y descripción de las provincias del Río de la Plata, desde el año de 1512 que lo descubrió Juan Díaz de Solís, hasta que por muerte del general Juan de Oyolas, bla, bla, bla ... Capítulo I ¿Quién fue el primer descubridor de estas provincias del Río de la Plata? Después que el Adelantado Lautaro de Vera, mi rebisabuelo, por orden de los Reyes Católicos don Fernando y doña Isabel… (mirando a Juan)…pero este tipo habrá nacido por acá pero escribía y pensaba a la europea…

Juan: Es que así era… Los primeros criollos tenían una visión teñida de parcialidad; una mirada … también hecha desde la conquista…

Lautaro: (poniéndose de pie y a Juan) Vale decir entonces que… ¡Más de cuatro siglos pasaron desde que estos… llamémosle… precursores…! Y después, hasta la Revolución de Mayo, doscientos años después, todavía no teníamos nombre. Claro, porque en ese momento éramos…

Juan: …Provincias Unidas del Río de la Plata… y desde la Declaración de la Independencia en 1816 hasta 1820 seguimos siendo Provincias Unidas…

Lautaro: …y de la Argentina, ¿ni noticias?

Juan: Más o menos. Había aparecido en un poema de 1807 en memoria de la defensa de Buenos Aires por la segunda invasión inglesa llamado El triunfo argentino de Vicente López y Planes… (proyecta imagen de López y Planes)

Lautaro: ¿El autor del Himno?

Juan: Así es… El que lo escribe a pedido de la Asamblea del año XIII…

Lautaro: (como para medir los tiempos) …de 1813…

Juan: Claro… La Asamblea se lo encargó y se lo cantó por primera vez en la casa de Mariquita Sánchez de Thompson el 14 de mayo del mismo año l813, con música de (proyecta imagen de Blas Parera) Blas Parera, el que como buen español no le gustó nada la letra. Las palabras “pueblo argentino”, como pueblo y no como nación, están directamente en sus versos. ¿Te acordás, no? (comienza cantando Juan y a poco sigue Lautaro-enfatiza cuando llega a pueblo argentino) “Ya su trono dignísimo abrieron, las Provincias Unidas del Sud. Y los libres del mundo responden: "Al gran pueblo argentino, ¡salud!”… (pausa)

Lautaro: A ver entonces… La bandera argentina se izó por primera vez en Rosario en…

Juan: …1812…

Lautaro: …1812… Un año antes todavía… ¿O sea que tuvimos bandera antes que el himno y el nombre?

Juan: Bueno… lo de la bandera es otro tema.

Lautaro: ¿No me digas que también la bandera?

Juan: Es que en estas cosas partimos de algunas imágenes un tanto confusas. De una idea relativa de Revolución. La historia oficial mostró las circunstancias distintas de lo que en realidad fueron…

Tobías: (que había seguido a contragusto la conversación- un poco airado, como para sí) ¡Pero, qué ganas de joder que tienen, eh! (a ellos)¿En qué sentido distintas?

Juan: Que la Revolución era patriótica e inspirada por un deseo de libertad… pero no era contra España la cosa sino contra el absolutismo español, el que representaba el rey Carlos IV, y en cambio estaba a favor de su hijo, Fernando VII, que por entonces se mostraba como liberal ya que en aquel momento veía con buenos ojos los postulados de la Revolución Francesa…

Tobías: ¡Lo qué faltaba! ¿Así que en 1810 no rompimos los lazos con España…?

Juan: En principio no Tobías. Mirá, por ejemplo… Acá tenés el texto del juramento de los miembros de la Primera Junta… (busca en la compu y aparece el texto que se proyecta en pantalla)

Lautaro: (interesado se acerca a la compu) Si, a ver, dejame leer… (pequeña pausa-lee- enfatiza lo subrayado) “¿Juráis a Dios nuestro Señor y estos Santos Evangelios, reconocer la Junta Provisional Gubernativa del Río de la Plata, a nombre del señor Don Fernando VII, y para guarda de sus augustos derechos; obedecer sus órdenes y decretos; y no atentar directa ni indirectamente contra su autoridad, propendiendo pública y privadamente a su seguridad y respeto?”

Tobías: ¿Será verdad esto?

Juan: Ni más ni menos… (a Tobías) Es sacado de un texto de Mariano Moreno… (pausa-a Lautaro) ¿En qué estábamos? Ah, si… La bandera… Bueno, tanto Fernando como su padre, el rey Carlos IV, eran Borbones y la insignia de la casa de Borbón es… Mirá… (pulsa en la compu y aparece la imagen- Tobías también se acerca) Mejor fíjense ustedes. Aquí lo pueden ver en estos cuadros de Goya. (se proyectan los cuadros de Goya, La familia de Carlos IV y de Fernando VII) Observen las bandas que cruzan el cuerpo de los miembros de la familia real. ¿Qué ven?

Tobías: ¡La bandera Argentina! ¡Todos tienen la bandera Argentina…!

Juan: O podríamos decir al revés, ¿no?... El primer duque borbónico fue Luis I de Borbón en el lejano año 1317, bastante antes de que Colón ni siquiera hubiese nacido. Y este famoso cuadro “La familia de Carlos IV”, lo pintó Goya diez años antes de nuestra Revolución, en 1800…

Tobías: ¿Estás queriendo decir que Belgrano se copió? … (con ironía) ¿O también él era Borbón?

Juan: Nooo… No sabemos qué es lo que pudo haber sido… Pudo ser casualidad…

Tobías: Pero viejo, mejor no nos metamos con la figura de Belgrano, no…

Lautaro: Es verdad… Fue uno de los patriotas más indiscutibles…

Juan: Ya lo creo que si. Y justamente por eso… la versión dominante de la historia nos dio una imagen lavada de Belgrano, una imagen reduccionista, como que su aporte casi se resumió a la creación de la bandera…

Lautaro: … inspirado en el color del cielo y de las nubes, como nos enseñaban en la escuela…

Juan: Lo que no dicen es que Belgrano, como Moreno y Castelli… aquellos verdaderos revolucionarios, se identificaban con el Príncipe borbónico Fernando VII porque en principio había conspirado contra su padre, el absolutista Carlos IV, a quien destronó en 1808 y, entonces, en aquel momento, asumió como Rey…

Lautaro: ¿De manera que Fernando VII era el rey al momento de nuestra Revolución?

Juan: No, no. En 1808 España estaba invadida por Napoleón quien, mediante algunas maniobras, despojó a Fernando de la corona y lo confinó al centro de Francia mientras le acomodaba el reinado de España a su hermano (imagen de José I) José I Bonaparte, quien lo mantuvo hasta 1813…

Lautaro: Quiere decir entonces que el Virrey Cisneros en 1810 era, al momento de la Revolución, el representante de un país invadido y gobernado por un Rey extranjero…

Juan: Ese era uno de los fundamentos del cambio…

Lautaro: ¿No era el único?

Juan: No precísamente… Otros y muy válidos eran el deseo de libertad y de un incipiente y genuino sentimiento patriótico a partir de coincidir con la línea más liberal de las Cortes de Cadiz, inspiradas en la Revolución Francesa… y con rey en el exilio…

Lautaro: ¿Fernandito VII?

Juan: Exacto… Que recupera el trono a fines de 1813 y al poco tiempo, para desagradable sorpresa de los que creían en él, se vuelca a la restauración absolutista, dictando un Decreto en 1814 que declara nula la Constitución de 1812, la famosa La Pepa, disolviendo las Cortes de Cádiz y todos sus efectos… bastante progresistas para la época…

Lautaro: ¡Qué ironía! Ya no fue Viva La Pepa sino su sentencia de muerte… De ese modo las anteriores afinidades de la Revolución de Mayo quedaban un poco en el aire…

Juan: Y eso explica que se tardaran seis años en declarar la independencia, ahora sí, de la corona española…

Tobías: … el famoso 9 de julio de 1816 en Tucumán, cuando la Argentina declaró su independencia…

Juan: ¡Ahí tienen!... Esa podría ser otra confusión sembrada en nuestras escuelas. Aquella declaración se acercaba a un proyecto más grande: más cerca de una verdadera emancipación general, de una Patria Grande, de acuerdo a las ideas precursoras de Bolívar, San Martín y Artigas, que de las reduccionistas que significaron la división lamentable en pequeños países que se fue dando después…

Lautaro: Dividir para reinar…

Juan: Claro…

Tobías: Pero…¿qué están diciendo che? ¿Por qué va iba a querer verla dividida a su colonia el colonizador español?

Juan: Por supuesto… Porque no era España la que quería dividir… A esta altura había otro Imperio con un proyecto distinto, con diferentes miradas hacia estas tierras…

Tobías: ¿Cómo otro Imperio? ¿Cuál?

Lautaro: (irónico) El que había perdido en las dos invasiones a Buenos Aires, unos años antes…

Juan: (confirmando la ironía) …perdido formalmente…

Tobías: …que había perdido las invasiones… ¿Quieren decir Inglaterra? ¿El Imperio británico?... ¿Pero qué tendrá que ver?

Juan: …ya la historia siguiente se va a encargar de demostrártelo con creces…

Tobías: No te entiendo… En fin… ¿Pero vos decías que no fue la Argentina la que declaró su Independencia en 1816?

Juan: Claro que no… La Nación que se declara libre e independiente aquel 9 de julio de 1816 no era la Argentina, que por entonces ni siquiera existía, sino que se trataba nada menos que las Provincias Unidas en Sud América… Mirá, vení… (localiza y le muestra a Tobías en la compu la imagen de la Declaración de la Independencia de 1816) Leé vos mismo los conceptos principales de aquella memorable declaración…

Tobías: A ver, a ver… (pausa- lee) “Nos los representantes de las Provincias Unidas de Sud América… ajá… reunidos en Congreso General … declaramos solemnemente … que es voluntad … de estas provincias romper los violentos vínculos que las ligaban a los reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojados e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli… Mirá vos…

Lautaro: Es evidente que a esa altura el veleta de don Fernando se había dado vuelta…

Juan: (riendo) Por eso pasó a la historia como el “Rey Felón”, que así le decían en España, por resultar un mentiroso y un malvado... No era el mismo que se mostraba en los años de la Revolución…

Lautaro: (pausa - transición) Así que entonces… en todo ese tiempo… durante esos largos dos siglos anteriores, por allá por España, nosotros éramos la Argentina y todavía no lo sabíamos… Como que el nombre nos lo pusieron ellos… (pausa) Quienes nos saqueaban fueron nuestros verdaderos padrinos…

Juan: Así parece ¿no?…

Lautaro: ¡Qué increíble! (pausa)

Juan: Pero, después de todo, eso no pasó sólo con nosotros... Mirá a Brasil, por ejemplo… (mapa de Brasil) A Brasil también le tocó llamarse con el nombre de la madera que se llevaban sus colonizadores, los portugueses, para teñir sus ropas. El simple e inocente palo brasil o pau-brasil como lo llamaban los nativos le significó al final el nombre que le quedó al país…

Lautaro: ¡Qué disparate! A las víctimas del robo… los mismos ladrones son los que le ponen el nombre de, justamente, lo mismo que les están robando. A unos el metal, a los otros la madera…

Juan: Pero no fueron éstos los únicos saqueados. Todas las colonias contribuyeron con lo suyo de una manera u otra a la grandeza del colonizador… Materia prima siempre, la savia de la tierra, para darle bienestar a él y profundizar la pobreza del colonizado… El camino hacia un largo y triste destino… (pausa)

Lautaro: Pero los nombres que hoy tienen los países, ¿cómo era que se decía?...

Juan: La toponimia…

Lautaro: Eso… La toponimia de los países que fueron parte de aquella gran colonia ¿también fueron originados en el producto del saqueo?

Juan: No, no... En general no… Mirá por ejemplo el Uruguay. (mapa de Uruguay) Tiene el nombre del río que limita a su oeste y es una hermosa voz poética guaraní con varias versiones: “río del país del urú” que es un ave pequeña de la zona o "Río de los pájaros pintados" y otra más antigua, "Río de los caracoles", pero todas basadas en el nombre creado por los pobladores originarios…

Lautaro: Y con Paraguay debió pasar algo parecido ¿no?

Juan: Claro. Paraguay, (mapa de Paraguay) también en relación a su río, es lo mismo… y viene de una voz compuesta en lengua guaraní. La traducción podría ser «aguas del mar» porque la palabra pará es mar, guá es origen y la ý así solita es agua. Podríamos decir entonces que Paraguay significa «Agua que viene del mar»…

Lautaro: ¡Que belleza! ¿no? … ¿Y qué pasaba con Chile?

Juan: Chile también, (mapa de Chile) pero viene de una cultura diferente y es más discutido. Para los antiguos incas del Cuzco, Chili eran las tierras del sur del desierto de Atacama y por eso los españoles en el Virreinato del Alto Perú llamaban a esa zona Valle de Chile. Hay otras versiones que dicen que proviene del idioma mapuche con que se llamaba a un pájaro de manchas amarillas en las alas… o el nombre del cacique que gobernaba el valle del Aconcagua hasta la llegada de los incas… o que era un grupo de indios mitimaes llevados a Chile por los incas que provenían de una región de Perú donde existía un río bautizado con ese nombre…

Don Quispe: …también se decía que Chile puede ser de origen aimará porque el inca Túpac Yupanqui habría llamado así a las tierras al sur del Imperio Inca, hasta el valle del Aconcagua…

Juan: …y otra por que sería la onomatopeya del sonido de un ave llamada trile… o la voz originaria de las palabras aymará ch'iwi, que significa helado, o chilli, "donde termina la tierra". Pero todas ellas eran ricas variantes que parten de voces propias, inventadas por los pueblos originarios, antes de la conquista…

Lautaro: ¡Qué interesante che! …(pausa) Y… ¿Qué pasó con nosotros después? Porque en un momento nosotros adoptamos el nombre que nos habían puesto desde afuera. (pausa) ¿Cuándo fue que le pusimos semejante moño a nuestra vieja vocación de dependencia?

Tobías: ¡Y dále con lo mismo! Lautaro, parece que vos querrías que reneguemos de nuestro nombre, el de Argentina…

Lautaro: No Tobías. Nadie habla de renegar de nada. El asunto es saber… para que podamos construir el futuro sobre la verdad y no sobre el misterio… o sobre mentiras. El nombre no es más que eso, un elemento… que ya lo tenemos asumido, que ya es parte nuestra y como tal lo amamos… Pero lo podremos hacer digno no ocultando sino sabiendo las cosas del modo en que ocurrieron y cuáles intereses se movieron… Para eso sirve la historia… y la memoria… Para tratar de ser mejores…

Tobías: Mirá viejo… Yo en ese sentido hasta ahora vivía tranquilo… sin revolver tanto el pasado… No tenía necesidad de saber esas cosas que a ustedes ahora se les ocurrió ponerse a destapar…

Lautaro: ¿Tranquilo decís…?¿Estás seguro de estar tan tranquilo?... Perdidos acá, en un pueblo casi moribundo porque nos cortaron la comunicación que nos daba el tren, y como este muchos pueblos por el estilo. Habiendo perdido vos y yo y tantos otros el trabajo, en esta estación que es un muerto testimonio de políticas de despojo… De dónde te creés que sale nuestra suerte de sobrevivientes, de seres de descarte… Te parece que tenemos un país y una situación para estar muy orgullosos…

Tobías: Tenemos un país rico…

Lautaro: ¡Esa es la cuestión! Tenemos un país demasiado rico… con demasiada riqueza para unos pocos… y con demasiada, excesiva pobreza para muchos… Y con mucha, demasiada gente que se conforma con poco… y nada… (larga pausa – tensa – luego transición, a Juan) Pero mejor Juan, volvamos con el tema que estábamos viendo… Te preguntaba ¿Cuándo fue que se oficializó el nombre de nuestra querida patria?

Juan: (leyendo en la compu) Parece que el primer registro del uso del nombre República Argentina fue al fin de la Gobernación de Las Heras, en 1826. Después con Rosas se utilizaron distintos nombres: Confederación Argentina, Estados Unidos de la República Argentina, República de la Confederación Argentina y Federación Argentina y, al fin, en 1860, el presidente Derqui decretó, para que tengan un mismo nombre los actos administrativos, que se use la denominación República Argentina… Pero la primera vez que se adoptó ese nombre en forma oficial fue en la Constitución de 1826…

Lautaro: ¿Ese no es el año en que se inició…?

Juan: …la Presidencia de Rivadavia.

Lautaro: ¡Con razón! Entonces es coherente el asunto… ¿No fue Rivadavia, por aquella época, el principal responsable de la primera Deuda Externa que contrajo la Argentina, el empréstito con la… cómo era que se llamaba?

Juan: … la Baring Brothers.

Lautaro: Esa misma…

Juan: Si. Cuando era ministro de la Junta de Representantes de Buenos Aires que encabezaba Martín Rodríguez y en 1824 se contrató el empréstito con la Banca Baring de Londres. En ese triste antecedente Rivadavia tuvo un papel protagónico…

Lautaro: …que profundizó nuestra dependencia.

Juan: No sólo la nuestra… Casi todas las colonias españolas en Sudamérica fueron estafadas por este mismo “empréstito” recontra usurario. Varios países vecinos junto con nosotros contrajeron una deuda de más de 20 millones de libras esterlinas por un desembolso británico de la tercera parte, sólo 7 millones… Con ello se sembraba de corruptos a nuestros funcionarios y nos marcaban a fuego al sometimiento imperial. Se agregaba una nueva modalidad de esquilmarnos: además de un intercambio que relegaba nuestro desarrollo al cambiar materias primas baratas por bienes industriales caros, se sumaría ahora la trampa financiera…

Lautaro: …y las consecuencias que todo esto iba a traer aparejado ¿no es cierto?…

Juan: Por empezar, nada menos que el tema de la tierra…

Tobías: ¿Cómo la tierra?

Juan: Claro. Como garantía del empréstito, mediante la ley de enfiteusis Rivadavia hipotecó todas las tierras y demás bienes inmuebles de propiedad pública…

Tobías: ¿La ley de qué…?

Juan: …de enfiteusis…

Tobías: ¿Qué es eso…?

Juan: Es la cesión perpetua o por largo plazo de la tierra que se entrega mediante el pago anual de un arrendamiento o canon… El gobierno de Rivadavia promulgó la Ley Nacional de Enfiteusis que era como hipotecar a la Nación…

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